lunes, 21 de octubre de 2013

Cuando la culpa no es de nadie y es de todos, que sea culpa del tiempo


Ni las culpas, ni las faltas

Algún día, cuando el tiempo
exclame
“ahora es cuándo”
y aunque te hayas gastado los días
apurándolo,
habrá uno, ese día
donde todo se ajuste en el lugar
indicado
y el tiempo te abrace.

Mientras tanto,
mientras tanto ahora
yo puedo abrazarte
y enojarme con los tiempos,
y enojarme con los días
de quienes todavía no encontraron
la luz que esconden más adentro.

Mientras tanto,
mientras tanto esos / van a echar las culpas
sobre vos.
Pero no son tuyas.
Tuya es toda la luz,
vos
todo luz.
Y los que quedan a oscuras,
los que gritan en penumbra
están perdidos y faltos
mirando, casi ciegos,
la luz tuya.

Pero ahora, mientras tanto,
yo te abrazo.
Peleemos contra el tiempo,
peleemos contra los días.
Pero no contra ellos.
Ellos no son nada más
y nada menos que la cobardía
de todas las faltas
que traen desde tiempos
anteriores a vos.
Pero no son tuyas.